martes, 30 de diciembre de 2014

San Agustín de Hipona

San Agustín nació en Tagaste en el año 354. Era hijo de un pagano, Patricio, y de una cristiana, Santa Mónica. Desde niño destacó por su interés en conocer la verdad, lo que le llevó a estudiar las diferentes corrientes filosóficas. 
Engañado por la doctrina de los maniqueos (doctrina fundada por el filósofo persa Manes que se basa en la existencia de dos principios eternos,absolutos y contrarios,el bien y el mal) la cultivó en Cartago, Roma y Milán. Los maniqueos eran sumamente rigurosos en las cuestiones de la moral, lo que terminó de convencer a San Agustín para convertirse en un fiel devoto de esta secta. Pero pronto comprendió que la verdad se encontraba en la iglesia católica, que enseña (contraria a la doctrina maniquea) que las cosas, estando subordinadas a Dios, derivan todo su ser de él, de manera que el mal sólo puede ser entendido como pérdida de un bien, como ausencia o no-ser, y en ningún caso como sustancia.
Una tradición medieval, realmente conocida, que recoge la historia inicialmente narrada sobre un teólogo en abstracto que más tarde fue identificado con San Agustín, surge del mucho tiempo que dedicó este santo y teólogo a reflexionar sobre el misterio de la Santísima Trinidad, de cómo tres personas diferentes podían constituir un único Dios.
La historia del encuentro con un niño junto al mar
Un día San Agustín paseaba por la orilla del mar, dando vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios, una de ellas la doctrina de la Trinidad. De repente, alza la vista y ve a un hermoso niño, que está jugando en la arena, a la orilla del mar. Le observa más de cerca y ve que el niño corre hacia el mar, llena el cubo de agua del mar, y vuelve donde estaba antes y vacía el agua en un hoyo. Así el niño lo hace una y otra vez. Hasta que ya San Agustín, sumido en gran curiosidad se acerca al niño y le pregunta: "¿Qué haces?" Y el niño le responde: "Estoy sacando toda el agua del mar y la voy a poner en este hoyo". Y San Agustín dice: "Pero, eso es imposible". Y el niño responde: "Más imposible es tratar de hacer lo que tú estas haciendo, tratar de comprender en tu mente pequeña el misterio de Dios".

San Agustín, en su teología, defiende que los hombres y las mujeres son salvos por el Don de la Gracia Divina por ello es conocido también como el Doctor de la Gracia. Finalmente, muere en Hipona el 28 de agosto del año 430.

1 comentario:

  1. Correcta entrada, María. Es más que conveniente señalar las fuentes consultadas.
    Saludos

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