martes, 19 de noviembre de 2013

¿Quién o qué soy yo?

Una pregunta simple a primera vista pero de difícil respuesta. Es una de las grandes preguntas que se ha hecho la filosofía a lo largo de su historia tratando de encontrar una respuesta clara y concisa. Nos preguntamos sobre nuestra naturaleza, nuestra esencia, nuestro lugar en este mundo y sobre todo nuetra función, para conseguir una vida plena. Por ahora las respuestas que nos damos nos dejan insatisfechos y comprendemos lo compleja e intrigante que es la pregunta.

Rousseau.
Aristóteles.










Partiendo de la idea de que somos animales racionales añadiremos una característica más, somos fundamentalmente un ser social. Aristóteles afirmaba que los hombres eran claramente un animal pero no un animal cualquiera, era un animal social. El ser humano por naturaleza se organiza en sociedades y gracias a ellas se puede hacer un hombre pleno y alcanzar la felicidad puesto que si no viviese en sociedad sería un animal más, no como un hombre. Aunque esta sociedad puede proporcionarnos valores negativos como afirmaba Rousseau. El hombre posee un fondo bondadoso y pacífico el cual se transforma en egoísta y violento por la corrupción de la sociedad que para él se había formado por casualidad, al contrario de lo que afirmaba Aristóteles. Esta misma visión sobre la formación de las sociedades la tenía Hobbes aunque no pensaba lo mismo que Rousseau. A su parecer, el hombre era violento y egoísta por naturaleza y sin una autoridad sobre todos ellos habría un estado de guerra continuo.

Hobbes.
En conclusión, los hombres somos un animal más con ciertas características que nos distinguen. No se puede hacer una consideración común sobre qué somos pero esta claro que si lo bueno es blanco y lo malo es negro nosotros somos grises y según nuestras acciones nos acercamos más a un extremo o al otro.

Cuaderno: ¿Quién o qué soy yo?